Compartimos el testimonio de Nena Bedoya desde Bolivia:
Le escribo porque tengo muchos amigos en todos lados y me llaman para llorar y decirme y ahora qué hago, mi familia.
Disculpe usted que le escriba de esta manera pero debemos hacer algo. Pienso que en estos momentos solo nos queda la solidaridad entre todos.
Por favor es importante tener en mente un cambio de paradigmas, en estos momentos solo importan las personas, la existencia humana. Nosotros, los que damos empleo, tenemos que recapacitar y hacer un quiebre y es ahora o nunca que debemos sostener a todas las familias que trabajan para nosotros.
Tenemos que aguantar esta crisis mundial por el bien de toda la humanidad.
No retirar a los empleados, hacer un corte y decidir perder unos cuantos meses para que nuestros colaboradores no entren en pánico de poder llevar el plato de comida a sus casas. Nosotros solos podemos aguantar unos meses, gracias a Dios pero ellos que viven mes a mes es demasiado golpe.
Por todos, tenemos que asumir retos que nos asegurarán seguir en nuestras empresas y seguir trabajando en ellas, caso contrario entraremos en pánico y nadie podrá seguir coexistiendo en nuestro planeta. No podemos vivir el uno sin el otro.
Es deber de todos concienciar de esta problemática Núria, gente como usted hará mucho por los seres humanos.
Es nuestro deber donde nos toque vivir cambiar los corazones y también calmar la angustia de los que damos empleo para llegar al bien común.
Usted está en un lugar estratégico para este tema, tiene que hacerlo por el bien de todos.
Yo haré desde el lugar que me toca vivir igual.
Disculpe que opine así de esta manera pero veo que sería una de las decisiones trascendentales que deberíamos tomar para calmar a muchas familias que dependen de nosotros.
Ya llegarán nuevos meses y Dios es grande que volveremos a nuestras fuentes de empleo para seguir dando trabajo y nosotros seguir trabajando.
Que Dios nos calme y nos llene de amor nuestros corazones.
Nena Bedoya