CEAPI ha puesto el broche de oro de la sexta edición del Congreso Iberoamericano CEAPI, celebrada en Madrid bajo el título de ‘España, El Puente de Iberoamérica y Europa. El momento es ahora: la gran oportunidad’, con viaje a Extremadura, una de las comunidades autónomas más célebres dentro de la historia y la gastronomía del territorio español, durante los días 2, 3 y 4 de junio.
Más de 40 asistentes se trasladaron al suroeste del país donde degustaron, en primer lugar, un menú en Atrio, considerada la mejor bodega del mundo, que cuenta con tres estrellas Michelín.
Situado en el corazón de Cáceres, Atrio es el restaurante más relevante de la región gracias a una propuesta que tiene como objetivo revisar la cocina tradicional extremeña a través de la vanguardia gastronómica. Un preludio para lo que posteriormente sería una jornada de campo.
Una excursión de lidia taurina
La Finca las Tiesas de Santa María, que cuenta con más de 1.600 hectáreas, se encuentra ubicada en el margen derecho del río Tajo, en la cola del pantano de Alcántara. Precisamente esta tierra fértil de orografía abrupta se convirtió en el siguiente destino de los visitantes, donde pudieron conocer de primera mano el carácter ganadero de la región gracias a una exclusiva visita a las ganaderías de Victorino Martín.
Allí, los asistentes se congregaron para recorrer las instalaciones de la mejor finca de reses de España, que se lidiarán en la primera plaza del mundo, las Ventas de Madrid.
Un paseo por el Patrimonio de la Humanidad
Para concluir el recorrido, Cáceres y Trujillo fueron dos de las ciudades elegidas por CEAPI para albergar a los turistas. La primera de las ciudades, declarada Patrimonio de la Humanidad, cuenta con grandes monumentos medievales y catedrales que pudieron ser visitadas con la colaboración de un guía privado.
Por otro lado, la plaza mayor de Trujillo se convirtió en uno de los mayores atractivos de este viaje.
Considerada como la ciudad con más historia de la región, los asistentes tuvieron la oportunidad de recorrer sus pedregosas calles descubriendo la gastronomía local y algunas de sus localizaciones emblemáticas como El Parador Nacional de Trujillo, un antiguo convento franciscano de Santa Clara del siglo XVI.
Durante este viaje los asistentes pudieron estrechar lazos personales y profesionales y realizar un recorrido por la esencia original de Iberoamérica.