Poco a poco la población iberoamericana en varios países empezará a retomar actividades que conducen gradualmente a una nueva normalidad. No obstante, los gobiernos son conscientes de que al no existir una vacuna o tratamiento específico para el COVID-19, es necesario establecer protocolos para el desarrollo de actividades.
Esos protocolos ayudarán a controlar los focos de contagio, y es responsabilidad de los gobiernos garantizar la ejecución de los mismos, pero también es una responsabilidad individual con consecuencias colectivas. El tiempo de confinamiento ha sido clave para que la ciencia avance, pero la lucha no termina ahora, la unión y coordinación entre el sector público y el privado, sumado a un apoyo determinado a la investigación, es una necesidad.
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