Nuestra presidenta, Núria Vilanova, ha participado como ponente en el evento Perspectivas políticas, sociales y económicas para América Latina y el Caribe 2022-2023. Un encuentro en el que la empresaria, acompañada por Enrique V. Iglesias, presidente de Honor de CEAPI; Alejandro Werner, director del Georgetown Americas Institute; y Erika Rodríguez, investigadora Asociada del Instituto Complutense de Estudios Internacionales han reflexionado sobre las principales tendencias económicas, políticas y sociales de la región, en una mesa moderada por Germán Ríos, director del Observatorio de América Latina y el Caribe IE University y director de Investigación y Estudios de CEAPI.
La región posee un enorme potencial debido a su gran riqueza en recursos naturales y a la cuantiosa posibilidad de recibir inversiones, a partir del nearshoring y de su dinámico ecosistema de innovación y emprendimiento. Durante el panel, los líderes empresariales han abordado los pilares económicos, políticos y sociales que la región debe desarrollar para alcanzar sus objetivos, así como las perspectivas que se le presentan corto y medio plazo.
Según el Banco Mundial, los niveles de ingreso y de empleo de la región se recuperaron tras la pandemia y los mercados siguen siendo moderadamente optimistas respecto al corto plazo. Las perspectivas de crecimiento para 2023 han ido disminuyendo de manera constante a lo largo de los últimos seis meses, hasta el 1,4 %. Para el año 2024 esta cifra es del 2,4 %, previéndose el mismo porcentaje para 2025.
Latinoamérica ofrece muchas posibilidades que darán su fruto si se combaten los aspectos en los que flaquean los países que la conforman como el sistema educativo, en el que desde la pandemia se contabiliza en los alumnos una pérdida de aprendizaje estimada de 1,5 años; los niveles de informalidad, que aumentaron del 56,7 % al 63,4 % en 2021 y los efectos cada vez más graves del cambio climático, que ya han ocasionado importantes pérdidas económicas y sociales: se estima que 17 millones de personas podrían verse obligadas a abandonar sus hogares y casi 5,8 millones caerían en la pobreza extrema de aquí a 2030, en buena medida debido a la falta de agua potable, así como a una mayor exposición al calor excesivo y a las inundaciones.
Núria Vilanova, subrayaba que “Europa mira mucho más de lo que ha mirado en los últimos años a América Latina, eso es una ventaja que hay que aprovechar. Latinoamérica ofrece oportunidades que tienen que surgir de políticas en las que predomine la colaboración público-privada, como la promoción de inversiones en infraestructura tradicional y digital, las mejoras en el capital humano y la preservación de la estabilidad macroeconómica. Las empresas españolas y europeas deben apostar por esta alianza a través de la internacionalización. Los empresarios son una pieza clave para alcanzar un notable crecimiento de la región, y para asegurar una transición justa y ordenada hacia posicionarla como potencia en el nuevo tablero mundial que se está estableciendo tras la crisis”.
Nuestro presidente de honor, Enrique V. Iglesias, añadía que «a lo que se enfrenta el mundo de hoy es un verdadero cambio civilizatorio, entran a jugar países que tienen visiones distintas a las del mundo occidental. Actores que estuvieron en silencio en la construcción del mundo que estamos viviendo y que pasan a tener un peso muy importante. Ese diálogo con las nuevas fuerzas activas en el mundo es el gran desafío que tenemos por delante».
Por su parte, Erika Rodríguez señalaba «En América Latina hay unas brechas que están muy bien definidas y que dificultan superar los desafíos que tiene como región en construcción. El malestar democrático que existe nos habla de: una ciudadanía con expectativas frustradas».
