Ecuador y Colombia destacan en Latinoamérica por ser los países en los que se le da más importancia a atender las expectativas de los grupos de interés (80%)
El 78% de los entrevistados confía plenamente en que las empresas adoptarán un rol más activo en la lucha contra los problemas sociales tras la crisis de la Covid-19
El estudio Tendencias en RSC y Sostenibilidad en Iberoamérica, realizado por EAE Business School y CEAPI, se resume en una frase: “El equilibrio sostenible es posible”. Así lo ha expresado Verónica de la Parra, coordinadora de RSC en la empresa ecuatoriana Azucarera Valdez, durante la presentación en Quito (Ecuador) de esta investigación, que busca la implementación de una práctica responsable con el planeta por parte del sector empresarial.
El trabajo, basado en más de un centenar de encuestas y entrevistas a líderes empresariales iberoamericanos, aspira a conocer la percepción de las compañías iberoamericanas del momento actual de la RSV, los avances en la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, y evaluar el impacto de la crisis del Covid-19 en su estrategia y proyectos. Ecuador y Colombia destacan en Latinoamérica por ser los países en los que se le otorga más importancia a atender las expectativas de los grupos de interés (80%). O lo que es lo mismo, por ser naciones en las que existe un mayor interés en “contribuir a la sociedad” (67%) y “proteger el planeta” (41%), explica el análisis.
El informe ha demostrado que el 99% de las organizaciones, tanto públicas como privadas, no solo están dispuestas a sumarse a proyectos defensores del cuidado del medioambiente, sino que se entregan en un 95% a la colaboración con la competencia en pro del bien común y la preservación del medio ambiente.
A pesar de la labor social que desarrollan las entidades registradas por dicho análisis, el cambio climático se mantendrá como el principal problema de las empresas iberoamericanas (17,5%) en los próximos años. Incluso por encima de la desigualdad (17%), la corrupción (12%) y los populismos (10%).
Ahora bien, el 78% de los entrevistados confía plenamente en que las empresas adoptarán un rol más activo en la lucha contra los problemas sociales tras la crisis provocada por el coronavirus. Una idea que se acerca a la realidad, puesto que un 83% de las empresas iberoamericanas con más de un billón de facturación cuentan con un departamento específico dedicado exclusivamente a impulsar iniciativas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
Un ejemplo de sostenibilidad
Un claro ejemplo de esto es el Consorcio Nobis, holding gestor de inversiones presidido por Isabel Noboa, cuya filosofía contempla la sostenibilidad como parte de su ADN. El estudio destaca a la compañía Azucarera Valdez, una empresa agroindustrial de este conglomerado, que apostó hace más de 20 años por un cambio en su estrategia de negocio, incluyendo proyectos medioambientales como la cogeneración eléctrica a partir de bagazo y el ahorro de agua en los cultivos de caña de azúcar.
A partir de 2008, la compañía Azucarera Valdez dejó de utilizar insecticidas para el control de sus plagas en la producción de caña de azúcar con el fin de mejorar la rentabilidad del negocio, la salud de los trabajadores y del entorno natural. Una práctica que consiste en utilizar organismos vivos y benéficos para controlar las poblaciones de otros seres invasivos, y que con el paso de los años ha permitido restablecer el equilibrio del ecosistema.
“Los primeros resultados del proyecto demuestran que es posible lograr un equilibrio entre la producción y la conservación”, cuenta Isabel Noboa Pontón, presidenta ejecutiva de Consorcio Nobis. Gracias a este proyecto, más de 130 especies de aves han encontrado un nuevo hogar para alimentarse, refugiarse y reproducirse en los predios de Valdez. Una buena noticia que la empresaria, llena de “orgullo”, no ha dudado en celebrar durante la presentación de este estudio de RSC promovido por EAE Business School y CEAPI.