Comienza un nuevo año y este 2022 se presenta para América Latina con un panorama de elevada incertidumbre en diversos ámbitos:
-. Político-electoral por las importantes citas ante las urnas que van a tener lugar.
-. y económico-social por una coyuntura en la que conviven un cambio estructural -el diseño del mundo de la pospandemia- con amenazas más de corto plazo como la escalada de la inflación, la posible reactivación del virus por la variante ómicron y los cuellos de botella logísticos.
1-. Desde el punto de vista electoral, 2022 se presenta como un año de gran intensidad pues habrá citas ante las urnas en las dos grandes potencias regionales (presidenciales en Brasil y referéndum revocatorio en México) así como en la cuarta economía regional (Colombia). Los comicios presidenciales y legislativos que han tenido lugar en los pasados meses de noviembre y diciembre de 2021 en América Latina han empezado a dibujar un panorama regional marcado más por el voto de castigo a los oficialismos. Y esa es la tendencia que podría ser hegemónica en 2022: la de que los electorados castiguen a quien está en el poder y ha gestionado la pandemia y la crisis.
2-. Desde el punto de vista político-institucional 2022 es un año para calibrar cuales son los derroteros por los que caminarán varios presidentes que estrenan cargo (Gabriel Boric y Xiomara Castro) así cono otros que han tenido un inicio de mandato muy complejo (Pedro Castillo) o quienes tienen por delante negociaciones con el FMI (Argentina) o con la oposición con el objetivo de alcanzar un marco compartido de gobernabilidad democrática (Venezuela).
3-. Desde un punto de vista económico, la región estará influida por una economía mundial lastrada por ómicron y por las tensiones inflacionarias que provocan que el PIB mundial avanzará a menor ritmo que en 2021, si bien por encima de su media histórica. Las economías en América Latina se desacelerarán en 2022 luego de su fuerte recuperación en 2021 tras shock registrado en 2020: este año solo dos países (Panamá y República Dominicana crecerán por encima del 5%) frente a los 11 que lo hicieron el año pasado gracias al efecto rebote. De hecho, América Latina va a regresar a su vieja normalidad de un crecimiento exiguo y por debajo del 5%. Lo ocurrido en 2021 fue excepcional y se explica por el efecto rebote tras la crisis de 2020.
4-. En lo que se refiere a la nueva variante del Covid19, ómicron, esta supone un nuevo golpe para la recuperación y la reconstrucción pospandemia. Sin embargo, por las características del virus (menos letal) y por la mejor preparación de los países gracias a la vacunación las perspectivas sobre el daño que pueda causar están muy por debajo de lo ocurrido en 2020.
