La Fundación Cajasol fue el escenario de la Jornada Empresa Familiar, en el marco de su VIII Congreso Iberoamericano CEAPI. Líderes empresariales de distintos países de la región se dieron cita en Sevilla para compartir experiencias, desafíos y propuestas sobre cómo preservar y transformar el legado familiar en un contexto global cambiante.
La bienvenida corrió a cargo de Núria Vilanova, presidenta de CEAPI, quien destacó la importancia de “cuidar la empresa familiar como motor económico y social, integrando a las nuevas generaciones desde una visión humanista, con propósito y profesionalismo”.
Gobernanza, legado y propósito
Uno de los primeros paneles abordó los modelos de gobernanza como herramientas para fortalecer la unidad familiar y la sostenibilidad empresarial. Verónica Vargas (Pernod Ricard) y Javier Rosales (ALVIC), moderados por Antonio García de Castro, reflexionaron sobre cómo articular estructuras sólidas que permitan alinear valores, visión y toma de decisiones entre generaciones.
En la sesión ‘Los herederos: Caso Leria Luksic’, Paola Luksic y José Antonio Pérez, de Wildsur Inversiones, compartieron una mirada honesta y estratégica sobre la transición generacional. Luksic defendió la necesidad de confiar en las nuevas generaciones, reconociendo que “la visión diferente de los más jóvenes enriquece el legado y potencia el impacto social, especialmente en áreas como la sostenibilidad”. También destacó el rol profesional que debe tener la filantropía en las empresas familiares.
Por su parte, Pérez detalló la estructura del family office, dividido en siete áreas con comités de dirección, subrayando la relevancia de trabajar en familia desde el respeto, la complementariedad y la gobernanza profesional.
Retos familiares en tiempos de cambio
En el conversatorio ‘Cómo hacer crecer la empresa cuando la familia se multiplica’, Dionisio Gutiérrez, presidente de la Fundación Libertad y Desarrollo, ofreció una intervención aplaudida por los asistentesz. Alertó sobre la baja tasa de supervivencia de las empresas familiares más allá de la tercera generación (solo un 15% lo consigue), y advirtió sobre los riesgos de la sobreprotección: “A los hijos hay que echarlos a la calle para que valoren lo que heredan. La formación vale más que el patrimonio”.
El CEO de Alma de Carraovejas, Pedro Ruiz Aragoneses, protagonizó la entrevista ‘Innovando desde las raíces’, defendiendo la gestión del conflicto como parte natural y enriquecedora del entorno familiar. «Hay que aprovechar los momentos de estabilidad para innovar. El conflicto bien gestionado también construye», afirmó.
Entre empresa y política: diálogos cruzados
El cierre de la jornada matinal estuvo a cargo del panel “De empresario a político y de político a empresario”, con Pablo Casado, Samuel Doria Medina y Carlos Valenciano Kamer. Desde perspectivas distintas, coincidieron en que la experiencia empresarial puede enriquecer la política con visión estructural y compromiso con la productividad. Casado defendió el papel del empresario en la sociedad actual como garante del bienestar colectivo, mientras que Doria Medina explicó su regreso a la política tras superar una enfermedad y dejar su grupo empresarial a la segunda generación. Valenciano, por su parte, alertó sobre los riesgos de que el poder político quede en manos de quienes desconocen la realidad empresarial.
La Jornada Empresa Familiar de CEAPI dejó claro que el futuro de las empresas familiares depende tanto de estructuras sólidas como de una transmisión de valores que abrace la diversidad, fomente la innovación y potencie el compromiso social. En Sevilla, se tejieron lazos intergeneracionales y transnacionales con una visión compartida: construir empresas con alma, propósito y vocación de permanencia.