Las elecciones municipales celebradas el domingo 6 en Brasil han dejado un panorama muy heterogéneo y complejo de analizar, dado que es necesario contemplar los resultados ciudad a ciudad.
Sin embargo, es posible extraer tres conclusiones generales: en primer lugar, que el lulismo ha avanzado si bien de forma insuficiente, mientras que el bolsonarismo se ha consolidado como principal fuerza de la derecha.
En segundo lugar, que ni bolsonarismo ni lulismo son mayoritarios y el país se decanta por otro tipo de fuerzas -de centroderecha- que se convierten en aliados bien de Lula o bien de Bolsonaro y que han sido las que más municipios han conquistado.
En especial la centroderecha, que ha ganado en Rio y puede conquistar Sao Paulo, se alza como una alternativa al bolsonarismo en 2026. La figura ascendente de Pablo Marçal, pese a no pasar a segunda vuelta, ha cosechado un buen resultado que le catapulta a escala nacional.
En tercer lugar, la centroderecha y la derecha son más fuertes pero se encuentran divididas frente a una izquierda que se mantiene unida.
1.- Bolsonarismo y lulismo, avanzan, pero no son hegemónicos. El lulismo se ha recuperado se su crisis electoral de 2020, y cuatro años después ha avanzado. El PT de Lula, que desde 2016 no gobierna en ninguna capital, recupera algo de aliento. No ha conquistado ninguna capital en la primera vuelta, pero disputará la segunda vuelta en cuatro capitales: Fortaleza, Cuiabá, Natal y en Porto Alegre. Un avance que sin embargo no le ha dado ninguna capital en primera vuelta (el bolsonarismo ha conquistado 4) y si bien tiene posibilidades de conquistar 4 en segunda vuelta, el bolsonarismo opta a ganar en 9.
2.- El PSD de Kassab y el Partido Republicano de Tarcísio de Freitas, los grandes vencedores Lulismo y bolsonarismo son más fuertes que en 2020 pero dependen más de otras fuerzas de centro en ascenso, en especial dos partidos paulistas: el PSD de Gilberto Kassab, que ganó en Río, y el Partido Republicano del gobernador de Sao Paulo Tarcísio de Freitas, que es favorito para conquistar la prefectura de Sao Paulo.