La Cumbre Iberoamericana de Santo Domingo, celebrada el pasado fin de semana, ha sido un punto de partida para situar a la Comunidad Iberoamericana de Naciones y su rol en el nuevo orden mundial emergente. A la vez se ha constatado que Iberoamérica afronta aún muchas tareas pendientes para consolidarse internamente y, en paralelo, proyectarse como un actor internacional con peso e influencia en el tablero mundial. Tres son los aspectos que hay que valorar para entender la importancia y, sobre todo, el alcance de cara a futuro de la cumbre y los acuerdos alcanzados:
l-. Importantes acuerdos con grandes tareas pendientes
II-. Éxito de asistencia con retos a futuro
III-. El gran desafío: construir una triple alianza iberoamericana, eurolatinoamericana y público-privada